En estos últimos años se ha ido ampliando la demanda relacionada con las rehabilitaciones energéticas de edificios haciendo que determinados sistemas, que impiden la pérdida de calor del interior del edificio, hayan ido cobrando importancia. Las ventajas de aislamiento térmico, eliminación de puentes térmicos, ventajas higrotérmicas y ventajas estéticas ha hecho que la fachada ventilada sea un sistema excelente para este tipo de intervenciones con un precio, que en la mayoría de los casos; resulte moderado e incluso amortizable a medio plazo.
Es este caso la “técnica”, definida como sistemas constructivos, ha ido evolucionando por delante de la “regla”, definida como el conjunto de normativas y homologaciones. En estos años han aparecido multitud de sistemas y materiales de fachadas, multitud de aislantes térmicos,… que junto con la demanda ha generado un entorno de trabajo débilmente reglado.
La actual evolución del Código Técnico cubre en parte estas nuevas necesidades, adaptándose a “marchas forzadas” a la demanda del mercado. Seguramente a lo largo de los próximos años veremos actualizaciones del CTE y de las propias normativas municipales que lo regulan, que se adapten y hagan que el entorno normativo sea algo más riguroso.
La actual evolución del Código Técnico cubre en parte estas nuevas necesidades, adaptándose a “marchas forzadas” a la demanda del mercado. Seguramente a lo largo de los próximos años veremos actualizaciones del CTE y de las propias normativas municipales que lo regulan, que se adapten y hagan que el entorno normativo sea algo más riguroso.
En este caso no se puede definir la sectorización de fachadas sin conocer la forma de propagación de un incendio.
- Propagación por las ventanas. Efecto LEAPFROG. En este caso la ventana no es capaz de contener el poder calorífico de la llama, se quiebra y se expande por la fachada.
- Propagación entre el forjado y fachada ligera. Ejemplo del muro cortina.
- Propagación a través de revestimientos combustibles. Ejemplo de acabados tipo SATE.
- Propagación a través de una cámara ventilada. En este caso todos los beneficios que aporta una cámara ventilada nos penalizan mucho en cuestión de incendios. El incendio tiene una perfecta vía donde expandirse (oxígeno y materiales combustibles). En este caso, y para entender el contexto; la capacidad de expansión de un incendio en una fachada ventilada en 5 veces superior a la expansión normal de un incendio en cualquiera de los otros métodos de propagación explicados.
Como conclusiones hasta este punto, y en relación a impedir que se propague un incendio; podríamos decir que un incendio puede propagarse de múltiples maneras y que por lo tanto es muy importante definir unas pautas constructivas y un sistema para evitarlo. Además las disposiciones del CTE anterior se basan en criterios de reacción al fuego, siendo disposiciones escasas y genéricas, por lo que habrá que ser minucioso en la elaboración de dichas pautas.
¿Cuál ha sido la evolución del nuevo CTE-DB-SI en sectorización de fachadas ventiladas?
Lo primero y más importante es que se han separado los conceptos de resistencia al fuego de la fachada y la resistencia el fuego de los aislantes térmicos. Además se introducen algunas limitaciones para edificios pequeños y se introducen y matizan limitaciones para edificios de más de 18m. En relación a la generación de gotas incandescentes se limita en todos los casos a d0 (materiales que no produzcan gotas).
Se aporta a continuación una imagen explicativa en la que se especifica la resistencia al fuego que debe de tener la fachada y el aislamiento de la fachada según de tamaño del edificio.

A continuación se explican los conceptos de cada una de las figuras de la imagen:
. Contribución a la propagación del fuego:
A1: No combustible / A2: No combustible grado menor / B – E: Combustible con contribución al fuego / F: sin clasificar /
. Opacidad de los humos:
s1: Baja opacidad / s2: Media opacidad / s3: Alta opacidad /
. Gotas incandescentes:
d0: No las produce/ d1: las produce en grado medio / d2: las produce en grado alto /
El concepto más importante del nuevo CTE-BD-SI en sectorización de fachadas ventiladas especifica: “Debe limitarse el desarrollo vertical de las cámaras ventiladas de fachada en continuidad con los forjados resistentes al fuego que separan sectores de incendio. La inclusión de barreras E 30 se puede considerar un procedimiento válido para limitar dicho desarrollo vertical.”
Es este caso una integridad E30 significa que no puede pasar ni el fuego ni el humo a través de la fachada durante esos 30 minutos y a través de diferentes sectores de incendio.
Es decir, este nuevo CTE está añadiendo la sectorización de las fachadas en todos los edificios.
A este respecto el CTE-DB-SI 2 especifica que en uso residencial vivienda la superficie construida del sector no puede exceder de 2.500m2.
Para ello habrá que hacer un sencillo ejercicio en el que contabilizamos la superficie de cada planta y dividimos el edificio en sectores mediante “franjas exteriores”.

Para la resolución de este ejemplo práctico en el que cada planta tiene una superficie de 800m2, ha sido necesario ejecutar una barrera de sectorización entre el forjado de la planta tercera y cuarta, haciendo dos sectores de 2.400m2 cada uno (800m2 x 3 plantas).
Las barreras de sectorización tienen que ser continuas a los forjados de sectorización.
Además con el objetivo de asegurar la integridad de la barrera en caso de incendio esta deberá ser independiente de la subestructura de fijación del aplacado exterior. Estos elementos de sectorización deben de garantizar el cierre de la cámara de la fachada ventilada impidiendo el paso de humo o fuego.
En este tipo de barreras existen dos grandes familias: barreras intumescentes o no intumescentes.
- Barreras intumescentes: Un material intumescente tiene la propiedad de expandirse con la temperatura (en la mayoría de los casos alrededor de los 150º). Con este tipo de materiales la cámara no pierde su función ya que sigue siendo continua y en el momento de incendio el material se expande y la cierra.
- Barrera no intumescentes: Son barreras que separan físicamente la cámara de la fachada ventilada haciendo que las propiedades de esta se aminoren o incluso se pierdan. Además puede provocar en algunos casos que se embalse el agua que penetra.

Este tipo de barreras garantizan la continuidad del aislante térmico de la fachada, no generando zonas de puente térmico, ejecutándose mediante aislante térmico con las características exigidas en el CTE-DB-SI con una resistencia el fuego E30.